Pulso acelerado y nudo en el pecho en uno de los mejores desayunos que puedo recordar estas últimas semanas. Las miradas de siempre, silencios, risas, comodidad, confianza y ellos.
La chica de las gafas de pasta roja vuelve a ser la mimada de los 3, la peque de los 3, una de los 3.
No se puede obviar que no es la mejor versión de la pelirroja... pero saben esperar...
Volvemos a ser chiquillos entre comida mexicana y tartas de ensueño.
Después de un hasta luego en Barajas... el mejor remedio para una tarde de domingo de miedos e incertidumbres podía ser ver UP. Una obra maestra. Dulce... bella ... preciosa.
Lástima que el domingo haya acabado con un final inesperado. El cierre de una etapa... sin querer otro principio a la vista.
Me lo merezco por tonta decía ZAHARA.
Pues eso .
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