jueves, 14 de octubre de 2010

Adoquines para mí

Los acordes de final de semana e inicio de aquello no sonaron como dictaban las partiruras, no sonaron a nada escrito antes, no sonaron. Pero quedaron grabados en las nubes que rozan los tejados de Madrid. Y allí desaparecerán.
Un tópico hecho único para mi, y para tí aunque no puedas verlo, porque aún no has aprendido y quizás no lo hagas, así que puede que ese baile sea sólo para mí, como siempre, como la última vez, como todas las próximas veces.
Cogeré tu mano y te mostraré de puntillas cada vista de mi hogar, cada esquina, cada azotea, cada escalera hacia ninguna parte. Algún día harás lo mismo,con otros zapatos y otra vestimenta de un domingo lejano... y me lo contarás. ...Y escucharé tus acordes, vuestros, no nuestros.




2 comentarios: