
Pero ahora TODO ESTO ES CAMPO, y la risa se convierte en un ceño fruncido (muy al estilo de los pacientes de supernany). Gracias a los Dioses del Olimpo por obsequiarme al menos con una baldosa más, pese a que no sea del mismo color que las anteriores.
Antes de proseguir con la construcción de mi autopista hacia losmundos de Oz, alzo los brazos con el ánimo de alcanzar aquello que permanece expectante sobre mi cabeza.
Si estiro mucho mis blanquecinos dedos , puedo seguir rozando las mieles de esa diosa de hormigón a la que me fuerzo a llamar destino, hogar, cárcel... y tantas otras veces cielo. Cada una de las aristas de ese dodecaedro que un día decidió ser ciudad, sigue impregnando cada despertar y cada viaje atral entre parpadeos, pese a que la brisa marina y los ayeres agazapados de Mallorca me visiten cada deliciosa noche de verano para fumar planes de futuro en la terraza y esperar. Esperar entre vacilaciones una respuesta que poco o nada puede parecerse a cualquier decisión tomada antes.
-Por todos aquellos brindis en cada rincón de la inexperiencia que hoy se convierten en pistoletazos de salida de una carrera sobre baldosas amarillas-
por fin... por fin escribes!!! Es un gustazo leerte, hazlo más. Por favor.
ResponderEliminarGuapa¡¡¡¡ un besazo!!!!!!!!
ResponderEliminarMaria Hdez
Opino como el gnomo llamado Javier. Me ha encantado, cariño. Escribe escribe escribe todo el rato
ResponderEliminarLidia
Qué gusto da ver que tienes mucho que decir y mucho estilo para decirlas. Los mundos de Oz son solo la primera parada, baby.
ResponderEliminar